El maravilloso mundo interior de las nuevas generaciones
Los mayores solíamos delimitar la etapa de la juventud al período comprendido entre los 18 y los 25 años, no obstante, esta delimitación ha sido redefinida gracias al aporte de la psicología y otras ciencias humanas. En palabras de David Cabrera Molino, el conferenciante invitado para la segunda conferencia del ciclo "La transmisión de la fe a las nuevas generaciones", es un período de "banda ancha" que va desde la adolescencia tardía hasta el final de los estudios universitarios. Es un tiempo que, más allá de la delimitación generada por la edad, está determinado por otros componentes como el biológico, el social, el cultural y el psicológico pero con un trazo común, es una edad tormentosa con innumerables tensiones.
La Generación Z (los nacidos entre 1995 y 2010) tiene una característica evidente, el Internet, que ha abierto un horizonte desconocido para las anteriores y que, sin duda alguna, incide psicológicamente y genera rasgos de personalidad e identidad. Es una generación multitarea, que no consiste en hacer muchas cosas sino en hacerlas en un breve tiempo, si se alarga se desconecta. Es también una generación más interdependiente y consumidora.
Del cuadro amplio de características de la juventud, a la que le queremos transmitir la fe, destacamos las siguientes:
- El egocentrismo entendido como el salto que da el joven para pensar en sí mismo porque las decisiones las empieza a tomar el y no los padres.
- La invulnerabilidad que los lleva a ver el sufrimiento como algo lejano que no les afecta. No pueden ser heridos. Esta actitud los lleva a conductas impulsivas y un tanto arriesgadas.
- Iniciación del pensamiento formal/abstracto. Ir más allá de la realidad tangible.
- Ampliación del mundo por la eliminación de las fronteras y los límites.
- Necesidad del apoyo del grupo.
- Redefinición de la imagen corporal.
- Sustitución del vínculo de dependencia. Aunque sigan en casa y con cierto grado de dependencia económica, sentirse autónomos.
- Elaboración de una escala de valores propios.
En el campo religioso destacó estas características:
- Es una generación altruista.
- Es la generación donde acontecen las crisis existenciales: creer - no creer...
- La teoría del sí mismo que les genera empoderamiento y les despierta la capacidad de control y dominio.
Con este cuadro, más el sociológico que presentó el sociólogo Fernando Vidal, vamos definiendo un boceto más nítido de quiénes son las nuevas generaciones a las que les queremos transmitir la fe.