El tiempo y la apuesta por la Vida Nueva que surge de Jesucristo

04.03.2022

Ante los desafíos que nos ofrecen los signos de muerte de la actual civilización... El Espíritu de Dios nos invita a vivir...

El tiempo y la apuesta por la Vida Nueva que surge de Jesucristo

¿Dónde estamos?

Con esta pregunta inició su comunicación Juan Antonio Estrada, sj. su comunicación del pasado 3 de marzo en el Ciclo de Cuaresma del Centro Suárez. Estamos viviendo un cambio drástico de civilización y, como todo cambio, genera inseguridad, desconcierto y miedo. En las personas mayores se verifica con mayor nitidez, pero en la juventud, de la que se dice es la generación más preparada, también hay incertidumbre y miedo ante el futuro. La deriva de una vida canalizada hacia el consumo y el bienestar hace que el proyecto de sentido se vaya quedando sin referentes.

¿A dónde vamos?

Necesitamos referencias de personas que nos ayuden a canalizar la vida hacia lo importante. Es aquí donde las religiones juegan un papel importante al proponer un proyecto referido a Dios con su historia, su punto de partida y su desarrollo. Sin embargo, hay un escollo por salvar: la Iglesia está viviendo la crisis más fuerte desde la generada tras el Concilio de Trento. Muchas personas no se fían de la Iglesia "institucional". Por tanto, ni la sociedad ni la Iglesia están aportando el horizonte de sentido que las personas buscan.

Pero, nos podemos fiar del Dios de Jesucristo y para ello necesitamos de una espiritualidad que respalde nuestras creencias y que suscite una relación con un Dios personal que dote de sentido la vida.

Elegir a Jesús de Nazaret como referente pasa por contemplar su vida y los valores para la vida que nos sugiere en el Evangelio. La elección de Jesús como horizonte de sentido ayuda a personalizar la fe.

Para finalizar invitaba a vivir la Cuaresma como un tiempo de examen, de evaluación de nuestra vida desde los criterios y valores de Jesús. Se trata de vida no de teoría. Vivir desde los valores de Jesús tiene un profundo sentido.