La experiencia espiritual en un mundo interreligioso

20.01.2023

La segunda conferencia del ciclo sobre "La Iglesia frente a los desafíos del mundo moderno" abordó el tema de "La experiencia espiritual en un mundo interreligioso". Para entenderlo y comprenderlo, contamos el pasado jueves 19 de enero en el Centro Suárez con la presencia del jesuita Javier Melloni Ribas, ampliamente conocido en el panorama teológico español que reflexiona y acompaña experiencias de diálogo interreligioso.

Para iniciar su comunicación señaló que la dimensión religiosa del ser humano consiste en la religación con lo real que se despliega en tres componentes que se dan a la vez: Dios, lo humano y la tierra. En este sentido, la religión es el acto de religarse con lo real, con la Vida de modo auténtico, esa es la única religión, afirmó y, por tanto, hay tantas religiones como personas pues cada uno se religa de acuerdo con lo que es y con la fuente que le da el ser que, para los creyentes, es Dios.

Hecha esta introducción compartió algunos pensamientos en torno al diálogo interreligioso en el tiempo actual entendiéndolo como un Kairós, un tiempo de gracia en el que más que competir estamos llamados a compartir y a respetar el tiempo de cada persona en su nivel individual y comunitario.

Al asomarnos al mundo de las religiones indicó que cada una tiene un código para tejer las tres dimensiones de la experiencia religiosa (Dios-Humano-Tierra), un código de creencias y de conducta y unos rituales que dan ritmo a la vida. En el diálogo o el encuentro interreligioso se da el conflicto cuando las partes no están en el camino hacia los otros y no escrutan a fondo estos códigos. El camino conjunto implica el esfuerzo de descodificar la sacralidad inaccesible de los otros para lo cual es menester ir a la tierra del otro con las categorías del otro y practicar la hospitalidad sagrada.

Continuó su exposición con el tema de las creencias. En este apartado puso el acento en que hay que pasar de la creencia a la consciencia a través de la experiencia, en sus propias palabras, a "ser aquello que creemos" lo cual nos llevará no a hablar de Él sino desde Él.

Antes de un interesante diálogo con los asistentes compartió tres signos o criterios que pueden indicarnos si la elección de nuestra religión es verdadera:

  • Estar abierto a la vida. Ser capaces de maravillarnos ante el misterio de la vida que se nos da.
  • Crecer en compasión y solidaridad en un mundo con tanto sufrimiento.
  • El cuidado de la tierra.