La interrupción del embarazo... un debate siempre abierto

05.04.2024

"La interrupción del embarazo… un debate siempre abierto" fue el tema de la mesa redonda que se llevó a cabo en el Centro Suárez el pasado 4 de abril con la participación del médico Jorge Fernández Parra y del sacerdote Francisco José Alarcos Martínez, teólogo y catedrático de ética en la Universidad Loyola y la moderación de Antonio Muñoz, médico y miembro del Consejo del Centro Suárez.

Con el telón de fondo de los datos, para nada estimulantes, sobre los abortos realizados en España, más de 90.000 al año, los dos conferenciantes fueron desgranando la legislación vigente sobre la Interrupción Voluntaria del Embarazo – IVE, las aportaciones de la deontología médica y, por supuesto, de la ética y la bioética desde la perspectiva creyente.

¿Hay un problema?, se preguntaba uno de los conferenciantes con una rotunda respuesta: sí. En el país que tiene la más baja natalidad de Europa se producen más de 90.000 IVE al año de los cuales el 91% es por voluntad de la mujer, "mi cuerpo es mío"; el 5% por riesgo grave para la salud de la madre y el 2.8% por anomalía del feto. Los datos son elocuentes.

Tras desarrollar el problema se esbozaron cuatro posibles soluciones:

  • Informar a las mujeres sobre el procedimiento que se va a llevar a cabo y sobre el resultado: terminar una vida.
  • Cambiar los valores de la sociedad. Tarea ardua y, quizá, utópica. En este punto se anotaba cómo las tendencias eugenésicas estimulan la práctica del aborto.
  • Educación sexual.
  • Asesoramiento anticonceptivo.

En la vertiente ética del diálogo se plantearon algunos problemas de fondo tales como la diferencia entre individuo y persona y, el que más nos toca a los ciudadanos de a pie, la ideologización y politización de este debate. Decía uno de los conferenciantes que el aborto no se puede plantear como un bien y, por lo tanto, no debería ser objeto de la protección jurídica. Los deseos no son derechos, apuntaba.

Desde el campo de los valores se diferenciaban los relativos que se articulan desde la ley de la oferta y la demanda; los universales que implican el cuidado, la protección y el respeto y, los absolutos, que no son medios sino fines en sí mismos y apuntan a la trascendencia del ser humano.

A modo de conclusión uno de los ponentes pedía no banalizar lo valioso -y el tema de la vida lo es- y no ocultar la realidad con palabras que la disfrazan.

Os compartimos el audio y la presentación empleada en la Mesa Redonda.