Oración de Amigas y Amigos en el Señor

05.03.2025

Nos preparamos para la oración

Que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de su divina majestad. [EE 46]

Composición viendo el lugar

Mañana inicia la Cuaresma, el tiempo de gracia que nos conduce a la Pascua, al encuentro con el Señor Resucitado que pasa por nuestras vidas porque quiere encontrarse con cada uno de nosotros. La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle "poner su morada" en nosotros. (Francisco, Mensaje Cuaresma 2021).

Petición

Señor, dame la gracia de abrir mi corazón para sentir tu presencia trasformadora en mi vida y en la de toda la humanidad.

Señor, que no sea sordo a tu llamada a la conversión.

Hagamos nuestra la Palabra…

La Palabra que vamos a reflexionar hoy nos invita a no echar en saco roto la gracia de Dios, a escuchar la voz del Señor y no dejar que se endurezca el corazón.

El Salmo 50 nos indica el itinerario espiritual que estamos llamados a vivir en la Cuaresma. Misericordia, Dios mío, por tu bondad…, borra mi culpa…, limpia mi pecado.

Es una llamada a la conversión.

Es una llamada a no instalarnos en el pecado.

Es una llamada a no justificar nuestro pecado, a no esconderlo… sino a dárselo al Señor que nunca deja de amarnos. ¡Oh, Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme…, no me quites tu santo espíritu!

Pero, al mismo tiempo que le entregamos nuestros pecados, hemos de acoger el don del Espíritu que irá renovando nuestro corazón… ¡Hará nueva nuestra vida!

SALMO 50

R. Misericordia, Señor, hemos pecado.

Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
lava del todo mi delito,
limpia mi pecado. R.

Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado.
Contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad en tu presencia. R.

Oh, Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme.
No me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu. R.

Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso.
Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza. R.

Escuchemos el Evangelio de Mateo 6, 1-6. 16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.

Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.

Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga.

Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».

Tres ayudas evangélicas…

La oración: en el recogimiento y el silencio de la oración, se nos da la esperanza como inspiración y luz interior, que ilumina los desafíos y las decisiones de nuestra misión: por esto es fundamental recogerse en oración y encontrar, en la intimidad, al Padre de la ternura.

La limosna: La caridad es "don" que da sentido a nuestra vida y gracias a este consideramos a quien se ve privado de lo necesario como un miembro de nuestra familia, amigo, hermano.

El Ayuno, que para quienes lo viven con sencillez de corazón lleva a descubrir de nuevo el don de Dios y a comprender nuestra realidad de criaturas que, a su imagen y semejanza, encuentran en Él su cumplimiento.

Y este itinerario culminará cuando en la noche de Pascua cantemos el Aleluya…

Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.

"Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de todos". La conversión es un proceso interior cuyos frutos son la santificación de la persona que se deja transformar por el Señor. Si lo haces para demostrar algo a ti o a otros, alimentas tu ego. Si tu conversión da frutos de amor y servicio al prójimo es verdadera.

Para terminar

Señor Jesús, en cualquier momento del día

te podemos llamar.

Estás siempre esperándonos,

atento a nuestra llamada.

Qué bendición tan maravillosa.

Sin el teléfono, sin el e-mail. Sólo un susurro.

Señor, me creaste para vivir en libertad.

Que Tu Espíritu Santo me guíe

para seguirte libremente.

Instala en mi corazón el deseo

de conocerte y amarte cada día más.

Amén.