Pedro Arrupe, testigo y profeta de la renovación de la Iglesia en el siglo XX
El pasado 7 de noviembre, con la conferencia "Pedro Arrupe, testigo y profeta de la renovación de la Iglesia en el siglo XX", hemos dado comienzo a un nuevo ciclo de charlas que hemos denominado "Personajes y efemérides".
Para hablar de Pedro Arrupe (Bilbao, 14 de noviembre de 1907 – Roma, 5 de febrero de 1991) hemos contado con la presencia del escritor y poeta Pedro Miguel Lamet Moreno, jesuita gaditano y uno de los principales biógrafos de Arrupe.
Pedro Miguel comenzó su intervención diciendo que hace varios años, cuando vino por primera vez a Granada para hablar sobre Arrupe, el contexto era muy diferente pues sobre este jesuita vasco, 28º Prepósito General de la Compañía de Jesús, se extendía un manto de duda y desconfianza en algunos sectores de la Iglesia. Hoy, al contrario, estamos a una semana del cierre en Roma del proceso diocesano que instruye su causa de beatificación.
La exposición estuvo dividida en las siguientes partes:
- Infancia y formación
- Inculturación y libertad
- Un General para el Concilio
- El compromiso con la justicia
- Marginación y noche oscura
Hemos de anotar que la exposición de Pedro Miguel Lamet sobre Arrupe, más allá del rigor histórico tratado ampliamente en sus libros, nos ha llevado, a través de no pocas anécdotas, pero, sobre todo, a través de sus encuentros con el Padre Arrupe en su lecho de enfermo en Roma, al corazón y a las características más humanas, cristianas, jesuíticas y místicas de este bilbaíno que con su sonrisa, su ternura y su cercanía nos sigue cautivando.
Terminó diciendo que la enseñanza que más le ha marcado de Arrupe ha sido su obediencia, su ternura y su aceptación irrestricta de la voluntad de Dios expresada en su ya conocido "Amén" y "Aleluya".